domingo, 25 de septiembre de 2011

Sopa de tomate

Llevamos unas semanas recolectando tomates, no ha sido una buena temporada y algunos se han estropeado, aún así hemos tenido suficientes como para que acaben hasta en la sopa. Y eso es lo que os traigo hoy, una receta tradicional y riquísima ahora que la época de gazpacho se ha pasado y empieza el otroño. Además como leeréis más abajo las propiedades del tomate se potencian en caliente, con lo que las salsas y las sopas son todavía más saludables que el tomate crudo (sin son caseras claro...)
La materia prima:
Tenemos varias matas, unas de tomates normales y ésta que es de tomatitos cherrys.

Propiedades del tomate:
Los recientes estudios sobre el tomate han descubierto que contiene licopeno, un pigmento que le proporciona su característico color rojo y que es el máximo responsable de su beneficiosa influencia en nuestro organismo. Otras frutas como la sandía, la zanahoria, el albaricoque, ..también contienen licopeno, pero el tomate es el que más cantidad tiene. Una de sus funciones es retrasar la oxidación de las células, por lo que es un gran antioxidante. 

Esta sustancia se libera sobre todo al cocinarse. Por esta razón, quien practica la cocina mediterránea, en donde abundan las salsas de tomate y los sofritos que llevan también una base de tomate se está asegurando un mejor aprovechamiento del licopeno.
El tomate es además un alimento rico en vitaminas C y A. Posee minerales como el hierro, fósforo, calcio, magnesio, zinc, cobre, potasio y sodio. Por todo ello, es un conocido mineralizante y desintoxicante, eliminando gracias a su efecto diurético el ácido úrico.

Otro de sus componentes estrella son los flavonoides pigmentos que se encargan de mantener la integridad de la pared celular, haciéndola menos frágil y más permeable.

Contiene 20 calorías por 100 gramos lo que le convierte en un gran aliado de dietas y regímenes. Al igual que otras muchas verduras y frutas, el tomate es un antioxidante, rico en vitaminas y minerales que debe estar presente en una dieta sana y equilibrada.


Ingredientes (para dos personas): Entre 500 y 700 gramos de tomates maduros, medio pimiento, media cebolla o una pequeña, aceite de oliva, sal, pimienta, una pizca de azúcar, dos cucharaditas de maicena o harina, más o menos medio litro de agua o de caldo de verduras, un chorro de nata (opcional)
Lo primero que hacemos es pochar la cebolla y el pimiento en un chorro generoso de aceite. Podéis añadir la harina o maicena para que luego espese más.
Después añadimos el tomate cortado en cuartos por ejemplo. En otras recetas encontraréis que hay que pelarlos pero como yo luego lo voy a colar todo, me ahorro ese trabajo y tardo menos.
A fuego medio-bajo dejamos que se deshaga, aplastamos con la cuchara hasta que salgan todos los jugos, cuanta más agua echen, mejor. Salpimentamos y echamos también una pizca de azúcar.
Cuando lo veáis caldoso y el tomate deshecho se añade el agua o caldo. Si es sólo con agua es mejor echar más ingredientes (más cebolla, pimiento, o zanahoria por ejemplo).
Después de media hora a fuego medio-bajo ya estaría lista la sopa. Yo la he pasado por la batidora y luego para dejarla totalmente fina, que es como me gusta la he pasado por un colador (o chino, mejor)
Si queréis crema en lugar de sopa, es el momento de añadir la nata, si no, así estaría perfecta.
El color es más rojo de lo que se ve en las fotos... Otra forma tradicional de comerla es poniendo en el fondo pan, pero a mí no me va.

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