viernes, 27 de mayo de 2011

Sushi I: Makis y Nigiris de salmón

¡¡Estamos de celebración!! ¡¡Visita 1000!! ajaja qué ilusión me ha hecho y eso que es una cifra insignificante en este mundo de los blogs. Pero da igual, yo quiero celebrarlo. He estado pensando en una receta que sea pura "cocina para Ro" y está claro que es lo que debe de ser: Sushi! Además así agradezco debidamente a E. su regalo navideño. La misma amiga que me regaló el wok me sorprendió con un libro de cómo preparar sushi con material y todo. Ha sido muy fácil y muy divertido, y es tan agradecido para hacer fotos... Por cierto que me apetece enrollarme... yo con la comida japonesa he tenido mis fases. Hace no mucho no podía oír hablar del pescado crudo envuelto en algas, sólo de pensarlo me repugnaba. Una vez probé un maki (en un buffet que nada tenía que ver con un japonés) y me pareció horroroso, pensé que esto de la afición a la comida japonesa (carísima además) era cosa de treinteañeros snobs. Y debe de ser verdad porque fue cumplir los treinta y o me cambió el paladar o el cerebro. Debe de ser cosa de la madurez...
Además, y por eso lo he elegido para celebrar la visita 1000, es salud en estado puro si bien es cierto que para comer pescado crudo tienes que saber muy bien dónde lo compras, que sea de la mejor calidad posible y especificando que es para sushi. 
Para comerlo con toda la tranquilidad (por el Anisakis)se recomienda congelarlo un mínimo de 48 horas a una temperatura de -20ºC. Respecto a esto hay opiniones contrarias, al  congelar salmón fresco pierde jugo y en contacto con el arroz se queda seco. El anisaki está en las vísceras o cerca de ellas, en un boquerón es muy arriesgado pero en pescados más grandes menos y otro dato importante para decidir que hacer es el siguiente: el anisakis mide unos 3 cm de largo, aunque es de color casi trasparente si cortas láminas finas de pescado y las miras, el gusano se ve. Hasta el momento lo he comido fresco, pero no se que haré la siguiente vez. Y ahora, otras aclaraciones:
No se debe confundir el sushi con el sashimi. Este segundo es pescado crudo cortado en láminas finas (aunque no tanto como el carpaccio) que se sirve con salsas y nada más. El sushi tiene varios tipos, los más conocidos son son los makis y los nigiris.
Los makis son los rollitos de algas rellenas de arroz, verduras, pesacado...
Los nigiris con bolitas de arroz con un trozo de pescado crudo por encima.
Luego hay otros como los uramakis que es como los makis pero con el alga por dentro y el arroz hacia fuera, los futomakis, temakis....

Os paso informaciones nutricionales sobre las algas nori, el salmón, y el wasabi. De la salsa de soja ya he hablado anteriormente.
El alga nori es popular por ser muy rica en minerales (proteínas, calcio, hierro, yodo, potasio, etc.) y también por tener una buena capacidad de activar el metabolismo.
Tiene un alto contenido en provitamina A, lo que es bueno para el crecimiento de los cabellos y las uñas. También se cree que favorece la disminución del colesterol malo y promueve la eliminación de grasas al trabajar sobre la faz metabólica, además de colaborar con la eliminación de toxinas del organismo.
 También ayuda a solucionar inconvenientes relacionados con la falta de yodo, además de colaborar con problemas de la piel y sistema nervioso al tener una buena concentración de vitamina B.

El salmón: Es una fuente de ácidos grasos Omega 3. Lubrica las articulaciones, ojos y arterias. Preserva las funciones cerebrales y celulares. Reduce el colesterol, reduce la presión arterial y evita que la sangre forme coágulos. Vitaminas: B3, B6, B12; magnesio, fósforo, selenio; proteínas; triptofano.
El wasabi es un tipo de rábano picante de sabor muy fuerte. Las propiedades medicinales del wasabi se aprovechan desde el siglo X en la medicina tradicional japonesa.  Se cree que el wasabi actúa como un antidoto para la intoxicación alimentaria; una propiedad muy útil si se consume pescado crudo.  Hay estudios que demuestran que el wasabi también tiene propiedades anticancerígenas.  Además, previene la agregación plaquetaria, previene el asma bronquial y previene las caries.


Ingredientes e instrumentos necesarios: (Os pongo las cantidades para cuatro personas aunque yo claro está lo he hecho para uno) Un paquete de algas nori. Medio kilo de arroz para sushi (es uno específico de grano corto), wasabi (normalmente lo venden en tubo, cuidado con que no tenga glutamato), un lomo de 200 gramos de salmón fresco (o atún), aguacate o la verdura que se quiera, vinagre de arroz, sal, azúcar, salsa de soja (cuidadito otra vez con el E-621), jengibre macerado (yo no lo he utilizado porque sólo lo he encontrado plagadito de porquerías) Necesitamos un esterilla para enrollar bien el alga (también se puede hacer con un trapo grueso) y opcionalmente moldes para los nigiris, palillos, ya depende del rollo japonés que le queráis dar...
Hacer sushi es fácil... pero tiene sus trucos y hay que saber antes de hacerlo, nada de " a mí me da que se hace así"
Cómo cocer el arroz:  En el propio paquete lo dice pero yo os lo aclaro. Lo primero es lavar el arroz hasta que el agua salga transparente. Después lo dejamos en un colador durante un rato mientras vamos preparando otras cosas (así crece).
Por cada vaso de arroz se hecha un vaso de agua y un poco más. Mis medidas han sido: por 125 gr de arroz 250 ml de agua que era lo que indicaba en el paquete. Primero dejamos hervir el agua, echamos el arroz y cuando rompa a hervir lo dejamos un par de minutos así. Luego se baja a fuego medio tapado. Cuando veáis que la tapadera se mueve y se va a salir el agua se deja al mínimo siempre bien tapado y sin destapar en ningún momento (mejor si tenéis tapaderas transparentes) y así se queda 15 minutos. Después de este tiempo apagáis el fuego, destapáis (se habrá consumido todo el agua) y se deja reposar cubierto con un trapo otros 10 minutos más.
Si no es antiadherente se os pegará el fondo, es normal...
Mientras tanto en un cuenco se mezcla: 10centilitros de vinagre de arroz,1 cuacharada de azúcar y una cucharadita de sal. Se remueve bien hasta que se disuelva todo.
 Se echa el arroz en una fuente o plato grande y con una cuchara de madera se remueve de arriba a abajo y de un lado a otro mientras añades poco a poco la mezcla del vinagre. Todos los granos tienen que quedar bien impregnados. El arroz queda pegajoso y el vinagre ayuda a poder manejarlo. 

Se supone que al mismo tiempo que estás removiendo y echando el vinagre tienes que abanicarlo para que se enfríe.. ajajaj ni con tres manos... pero yo os digo la receta original. Como no tenía ni tres manos, ni ayudante, ni creo que abanico localizable he abierto la ventana para que le diese el fresquito. El caso es que se tiene que enfriar.
Después preparas otro cuenco con un chorrito de vinagre y agua para mojarte las manos y los instrumentos (no es una tontería, el arroz se queda pegado).
Cómo cortar el pescado: Lo importante es que te tienen que salir láminas de aproximadamente medio centímetro y lo suficientemente grandes como para tapar entera la bola de arroz. Os digo una técnica. El lomo tiene que ser más o menos igual que tu mano.

Con un cuchillo afilado cortar las láminas en diagonal y con un sólo corte, sin hacer movimiento de sierra.
Lo importante es que no te salgan muy pequeñas, si son grandes las cortas.
Y ahora empieza lo divertido..
Cómo hacer un nigiri: Yo tengo moldes pero se hacen bolas con la mano mojada en vinagre y agua. Untas un pelín de wasabi en el salmón y lo pones encima del arroz.
Cómo hacer makis: El alga es cuadrada, con lo que cortas un tercio para que sea rectangular (si no te sobrará alga y quedarán muy gordos). La pones encima de la esterilla previamente humedecida. Y cubres con el arroz dejando un centímetro en cada lado del alga libre.
Pones el aguacate cortado en juliana y los trozos del salmón cortado a lo largo (si pones mucho no se cerrará). Puedes poner unas gotas de wasabi.
Ayudándote de la esterilla lo cierras.

Después cortas sobre una tabla con el cuchillo previamente humedecido. Salen 8 porciones, pero a mí los lados me quedaron feos y por eso no lo pongo.
Servimos con la salsa de soja, el jengibre si se tiene (es para matar el sabor de un bocado a otro) y el wasabi. Una aclaración, no todos los wasabis pican igual, pero no os paséis porque yo me he confiado y juro que me ha ardido hasta el cerebro...
Los que no os atrevéis a comerlo al menos no podéis negarme que es precioso....


Añadido el 9 de Junio:
Hoy hemos tenido una reunión Sushi en casa. ¡¡Tan divertido con Güico y A.!! Gracias a los dos... Pues eso, que hemos vuelto a hacer makis y nigiris de salmón y hemos probado uno nuevo. En mi libro dice que se llama Futomaki, pero en internet dice que se llama Uramaki. Mira no sé, el del arroz para fuera...


Cómo hacer Uramakis (los makis del revés o los del arroz hacia fuera): No tienen ningún misterio. Empiezas igual que cualquier maki, humedeces la esterilla, cortas un tercio del alga, pones el arroz (que si está bien hecho se quedará pegado) dejando un centímetro en los bordes. Y ahora le das la vuelta con el arroz hacia la esterilla,  rellenas encima del alga con lo que quieras (nosotros les hemos puesto un poco de mayonesa) enrollas como siempre y listo. Cortas con el cuchillo humedecido, primero la mitad del rollito y luego troceas cada mitad (aportación de A. ;-) Por último, los hemos pasado por semillas de sésamo que siempre tengo en casa (bueno y de lino, y de chía... parezco un pájaro...)
¡Ah! Se me olvidaba contaros un truco: Para quitar el olor a sushi (sobre todo por el alga) de la esterilla y de las manos hay que frotar con limón.

Pollo adobado con yogur

Tenía pendiente de colgar esta receta que es un clásico para mi desde que la descubrí, ni recuerdo cómo. Es una chorrada pero muy útil para dar un toque diferente a las insulsas pechugas de pollo. Se puede presentar de muchas maneras, la pechuga entera, en filete, en trozos o en pinchos.
Ingredientes: 1 pechuga de pollo por persona, aceite, pimentón (dulce, picante o mezcla a gusto), sal, pimienta. Para la salsa: 1 yogur, media tarrina de queso fresco o queso crema, media cebolla, 2 cebollinos, sal.
De fondo os he sacado el establo con las ovejitas fuera, taaan bucólico... (y otra vez la marca del aceite...como veis importado por mis padres claro...)
El adobo tenemos que prepararlo con antelación un mínimo de 4 horas, si no es así simplemente tomará menos el sabor. Para adobar ponemos el pollo (en este caso lo he hecho troceado) con un buen chorro de aceite 2 o 3 cucharadas de pimentón, sal y pimienta.

Por otro lado hacemos la salsa: mezclamos el yogur (para dos personas con medio es suficiente), la crema de queso (la mía llevaba finas hierbas) la cebolla y el cebollino muy picados. Probamos de sal y reservamos en frío.

Freímos el pollo en una sartén sin necesidad de aceite porque el pollo ya lo lleva. También se puede hacer los pinchos antes y hacerlos a la plancha o a la barbacoa. 
A mí me apetecía comerlos con calabacín a la plancha y lo he presentado así: pinchos de pollo y calabacín alternados y acompañados de la salsa de yogur.

Es facilísimo y muy rico, además el pollo queda muy jugoso y tierno por el adobo. Probadlo!

lunes, 23 de mayo de 2011

Bizcocho de frutas confitadas ( Quarkcake)

Cocina para Sel:
Este bizcocho o cake viene con historia, y larga....
Está sacado de un libro de cocina suiza que mi suegra atesora desde hace décadas. La semana pasada ella hizo esta maravilla para la fiesta de la boda, al final se comió de desayuno y triunfó... Ha acabado colgado en el blog por reiterada petición de Sel. Y aquí empezaron mis dudas... " a esta receta le pasa lo que a las galletas, que no es cocina para Ro" Hasta fantaseé con abrir otro blog de repostería. Pero no tengo tantas ideas para llenar dos blogs, y de repostería sé lo justito. Y así acabó esto aquí, con etiqueta propia eso sí. A partir de ahora los dulces que cuelgue se llamarán "cocina para Sel".
Empezamos.
Ingredientes: (He adaptado las medidas a mi molde de 24 cm de largo y de 1 litro. La receta original es el doble exacto de ingredientes para un molde de 30 cm y 2 litros) 50 gramos de mantequilla, 80 gramos de azúcar o fructosa, 7 gramos aprox. de azúcar avainillada, 7 gramos de levadura en polvo, una pizca de sal, 1 huevo, 250 gramos de queso Quark, medio yogur natural (Si no encontráis el queso quark del que ya he hablado alguna vez se sustituye todo por yogur). 300 gramos de harina (la mía es de espelta), 250 gramos de fruta confitada (en la receta original son 400gr) y pasas.
Lo primero es ablandar la mantequilla dejándola a temperatura ambiente o con las manos, mezclamos con el azúcar, el azúcar avainillado, la sal, el huevo, el queso y el yogur. Se mezcla todo bien y después echamos las frutas y la harina con la levadura. Os pongo las fotos, pero que conste que yo me equivoqué y mezclé la harina al principio.
Queda una masa pringosa pero unida. Forramos el molde con papel de horno y ponemos la masa, aplastamos con una cuchara o con las manos.
Metemos en el horno precalentado a 180º en la parte de abajo. En la receta original pone que tarda unos 65 minutos, a mi hora y media.... Se pincha con un palillo largo o cuchillo, si sale limpio ya está.
 Mi casa huele a bizcocho.... no debería de comerlo... en fin... todo sea por la amistad....

domingo, 22 de mayo de 2011

Alimentación y salud

Esta entrada no es una receta. Llevaba tiempo queriendo escribir sobre la importancia de la alimentación no industrial en la salud. Mi hermana me pidió una lista de consejos para cambiar sus hábitos alimenticios. Y salió esto. 


Alimentación y salud

Para cambiar tus hábitos alimenticios no vale con tener una idea aproximada de lo importante que es la correcta alimentación en la salud. Hay que tener una idea bastante exacta.
Lo primero que hay que pensar es que no todo lo que hay en el supermercado es un alimento, igual que nadie duda de que un chicle no alimenta, unas croquetas de bolsa, tampoco.
No todo lo que se come tiene nutrientes que es lo que el cuerpo necesita para su funcionamiento y lo que nos mantiene vivos. Aún así, a base de chicles nadie sobrevive pero sí puedes hacerlo con unas croquetas de bolsa, una sopa instantánea o unas salchichas rellenas de queso. El cuerpo tomará lo que pueda y lo que no pueda asimilar acabará en tus arterias, tu colon, o en tus michelines por citar algo.

En muchas partes del mundo las personas mueren por desnutrición, la relación entre falta de nutrientes y muerte es evidente. En la otra parte del mundo las personas están muriendo por malnutrición. Pero no es tan evidente. Tendemos a creer que sólo es “comida basura” la dieta americana de las hamburguesas, los donnuts y los perritos calientes. Y que el resultado es “sólo”obesidad y fallos coronarios. Si no eres un gordo americano que se alimenta  en el Burger King ya piensas que estás al margen de este tema. Es la primera vez en la historia que la esperanza de vida se ha reducido y no por razones bélicas o de catástrofes. ¿Qué es lo que pasa?
No creo que a nadie se le escape la “epidemia” de cáncer que vivimos desde hace unas décadas. Una de las explicaciones era que vivimos más (ya vamos a tener que dejar de decirlo) y por lo tanto hay más tiempo para enfermarse. Pero precisamente lo más escandaloso es la cantidad de cáncer en gente que no llega a los 60 años. Por otro lado, otra explicación oficial es que ahora hay estadísticas. Bueno, vamos a empezar a contar desde que las tenemos y vemos como no paran de subir.

Lo importante dentro de la comunidad médica es curar, claro. Pero, ¿qué pasa con la prevención? ¿Por qué no sabemos de dónde nos vienen las enfermedades? ¿Son todas producto de la mala suerte?
Para mí hay dos grandes culpables en las muertes de la sociedad occidental, paradójicamente relacionadas con la salud. La primera, la industria farmacéutica. Culpable por omisión. Cada vez hay más conciencia sobre los intereses que les mueven y la mafia que a veces suponen.
Y la segunda, culpable en primer grado. La industria alimenticia. Y aquí me meto. Está claramente demostrado lo perjudicial de las grasas trans. Aceites transformados químicamente, alejados de cualquier nutriente, que se utilizan porque son baratos y se mantienen mucho tiempo. Las grasas hidrogenadas son malas. Y no hablo sólo del corazón por si eso fuese poco, es que hablo de cáncer. Estas grasas son inflamatorias. Los tumores necesitan inflamación y riego sanguíneo para crecer. Los picos de índice glucémico (azúcar, glucosa, harinas refinadas…) son un buen caldo de cultivo para regar un tumor.

Nadie hace nada. ¿Por qué? Primero porque no son tóxicas literalmente. No te mueres al tomarlas (directamente) ni te quedas ciego. Es decir, no son como el famoso caso del aceite de colza en España. Y segundo porque la industria alimenticia tal y como la conocemos no sobrevive sin ellas. Industria alimenticia y grasa hidrogenada son coetáneas en el tiempo ¿Quién se imagina unas galletas, croquetas, sopas… hechas con aceite de oliva virgen o con cualquier otro aceite virgen sin subir el precio?
Y otro ejemplo cristalino, cómo sobreviviría la industria sin los conservantes químicos. Ante esto, tienen una explicación muy lógica aparentemente. Los conservantes son buenos porque sin ellos habría riesgo de intoxicación por alimentos en mal estado. Claro, si haces algo hoy y me lo vendes dentro de tres años pues sí, puedo ponerme enfermo. El caso de la mermelada es muy claro. La conservación de frutas en azúcar, al igual que la conservación de encurtidos, salados, ahumados se utiliza desde siempre y es por sí misma suficiente para mantener los alimentos. ¿Por qué añadir más conservantes artificiales? Pues para que duren más tiempo de lo normal.¿Y por qué? Porque a las industrias les sale más barato. Y porque hacen cantidades tan grandes que no pueden permitirse el lujo de que se echen a perder. Se curan en salud, ellos, claro.
Pero todo tiene que estar regulado, hay leyes a nivel europeo que vigilan lo que comemos. Por eso hay ratios. Es decir, de este conservante (que suenan así: nitratos, benzoatos, cloruros, disulfitos…) sólo se puede echar un tanto por ciento, de esto otro hasta aquí y así sucesivamente. Si fuesen inocuos está claro que no habría regulación, si la hay es por algo. Pero lo más importante es que esos estudios se hacen tomando cada conservante por separado. Pero qué ocurre cuando todos los alimentos que consumimos tienen productos químicos. Todos. Y qué ocurre cuando eso es a lo largo de toda una vida. ¿Puede el cuerpo acaso asimilar los nitritos? No, no los asimila. ¿Los expulsamos limpiamente? ¿Tal y como entran salen sin dejar residuos?

Es una cuestión de cantidad, las leyes europeas nos dan la pista. Ahora abre tu nevera y lee cada etiqueta. Tómate tu tiempo. Por cierto, los conservantes son la E- con un número (E significa Europa que es quien regula). Todo lo que se compre hecho lo lleva. No todos los alimentos, si no todos los “alimentos” industriales. Y ahora busca estas palabras: grasas hidrogenadas, grasas parcialmente hidrogenadas, grasa vegetal (suena mucho mejor). Ahí tienes las trans. ¿Te has dado cuenta? En todo. Incluso en las leches de continuación de los bebés que es lo más sagrado. ¿Se limita la comida basura a las hamburguesas? Pues no. Por curiosidad, ¿tienes un bollito marca Codan en casa? Échale un ojo y descubrirás el resumen de la comida basura.
Ante todas estas críticas a las que tiene la industria que enfrentarse van haciendo lavados de cara a cada cual más original. Ahora nos venden productos enriquecidos. Leche con Omega 3. En lugar de dar pasto a la vaca para que su leche tenga Omega 3, se le pone extracto de aceite de pescado. Hay una publicidad increíblemente astuta y engañosa. Y ni hablar de los productos Light…

De repente una parte de la industria, los mismos que por otro lado te meten grasas espantosas en otros productos, y glucosas en todo lo que puedas imaginar, te venden “sus productos sanos”. Todo y digo todo (caramelos, chicles, medicamentos…) donde ponga “sin azúcar”o “sin azúcares añadidos” contienen una mezcla bomba de edulcorantes artificiales. El Aspartamo (E951) y el Acesulfamo K (E950) son las estrellas del sarao. Se han escrito ríos de tinta en torno a ellos, miles de estudios hablan de su riesgo a nivel neurológico, mientras que otros nos hablan de lo inocuos que son. ¿Dónde está la verdad? Pensemos. La demanda de productos que no engorden pero que estén igual de dulces es enorme. Aplastante. La gente quiere comer dulce sin engordar. La industria lo sabe y se lo da. Si ahora se prohíben esos edulcorantes ¿qué hacen? ¿cómo satisfacen esa demanda? Impensable. ¿Te fías de las buenas intenciones de Coca Cola, por ejemplo? De la industria alimenticia en general?
Y no puedo no hablar de otra estrella mediática: El glutamato monosódico (E621). Se le considera el culpable de la epidemia de obesidad actual. El glutamato es un potenciador de sabor artificial. Podéis encontrar en Internet informaciones divertidísimas pro-glutamato tales como: “el glutamato está presente de forma natural en muchos alimentos” ¡Es para morirse de la risa! Una cosa es el natural y otra el que hacen ellos en laboratorio desde los años 60 que produce un estallido de sabor en la boca y que además es adictivo. El E-621 no existe en la naturaleza.

Abre la nevera otra vez. Busca este aditivo. En todo. ¿Por qué? No se puede utilizar la excusa de la conservación, ¿para qué sirve? Para que la comida esté más buena siendo de peor calidad. Y no está limitado a los restaurantes chinos que son la cuna del glutamato.
Vete a los fiambres en el supermercado y compara calidades y precios. Los de alta calidad no llevan glutamato (aunque hay excepciones). Ni un buen paté. Ahora mira un espetec “Casa Tarradellas” o uno de sus sabrosísimos patés de pimienta. Plagados. Mala calidad, producción industrial, sabor buenísimo, precio bajo. Un éxito.

¿Te has dado cuenta que no se puede parar de comer un espetec cuando empiezas a partirlo? Ni el paté, ni los gusanitos, ni las patatas fritas sabor jamón (cualquiera), ni muchas de las aceitunas, ni, ni…… Lista inacabable. Y no sólo es que no puedas parar de comerlas es que no te sientes saciado. Explosión de sabor- Sensación de no estar lleno- No poder parar de comerlo. Eso es el glutamato. Y los mayores adictos, los niños.

Vale, dicho todo esto, ¿ahora, qué hacemos? ¿qué se puede comer? Muy fácil, se puede comer todo lo que tu abuela hubiese echado en la cesta de la compra (pasemos por alto la posguerra y que no había nada que echar a la cesta de la compra…) En otras palabras, todo lo fresco: carne, pescado, frutas y verduras, leche, huevos, mantequillas... Todo lo que no haya pasado un proceso industrial. Si tienes tiempo y ganas puedes leer etiquetas y descubrirás que algunas marcas (más caras por lo general) y algunos productos bio (no siempre) también venden “alimentos” en el sentido estricto de la palabra. El tema da para cientos de libros y horas de aclaración. Habría que hablar también de necesidades nutricionales como la importancia de los aceites esenciales, los omegas, el por qué de la verdura y la fruta, alimentación anti-cáncer etc… Hay muchísima información para quién le interese. Con estas páginas sólo he tratado de despertar un poco de interés y de conciencia sobre un tema de salud pública.
Cada vez hay más conciencia, más consumidores informados y más demanda de productos sanos. ¿Y cuál es el efecto? A la  industria no le queda más remedio que amoldarse. Viven de nosotros, si no hay demanda, no hay oferta. Os pongo un ejemplo muy claro. Desde hace muy poco se ha producido una gran demanda sobre desodorantes sin productos químicos, o cosmética sin parabenos (provienen del petróleo). Los consumidores informados se han acercado a los herbolarios a comprar productos alternativos. ¿Y qué ha pasado? Que marcas tan famosas como Garnier o Sanex han sacado sus líneas de productos no químicos. Está demostrado, los que mandamos somos los que compramos. Y hay más ejemplos, bollería sin grasas trans anunciados por Eroski, lo que es muy común por cierto en otros países europeos. La industria seguirá existiendo porque no podemos cultivar cada uno de nosotros sus tomates y tener nuestras vacas, y ellos irán a sacar beneficios claro está. Pero hasta ahí, estando informados y siendo conscientes les obligamos a adaptarse.


Os paso unos pequeños consejos, para saber por dónde empezar:
1-      Las grasas trans. Utilizar en exclusiva aceites vírgenes. De oliva, de girasol, de lino… Los 0,4; 0,1 etc.. tienen mezcla con refinados. Las margarinas hay que desterrarlas del frigorífico, son engañosas a más no poder. Al ser vegetales se venden como sanas para el corazón, deberían meterles en la cárcel. Es exactamente lo contrario. Tan sólo las margarinas de grasas no hidrogenadas (son rarísimas) son buenas.
2-      El azúcar. A ver, esto es una cuestión nutricional. Trata de reducirla al máximo, el azúcar riega los tumores. Eso sí, no lo sustituyas por edulcorantes artificiales  porque saldrás de Málaga para meterte en Malagón. Haz el esfuerzo para reducirla simplemente. Aunque es mejor el azúcar moreno, en cuanto a índice glucémico que es lo que importa da igual. Incluso la miel lo tiene elevado, la diferencia es que la miel al menos tiene nutriente muy buenos. Hay alternativas como el sirope de ágave que se parece a la miel y es buenísimo.
3-      Las harinas refinadas. Fuera de la dieta. No sirven para nada más que para subir la glucosa en sangre y engordar. Son alimentos vacíos. El pan blanco carece de nutrientes porque está tan refinado que daría igual comerse un cartón. Come pan con cereales integrales, semillas, centeno, espelta, etc…
4-      Introduce en tu dieta el arroz y la pasta  integral, estarás llenando tu cuerpo de nutrientes. El arroz integral es más pesado de hacer porque tarda mucho en cocerse, pero la pasta no.
5-      Reduce la carne roja. Es sabido que por el tipo de producción de la carne tiene mucha toxina, antibióticos y los animales no son alimentados correctamente. Que no sea el centro de tu dieta, que sea el acompañamiento de la verdura y no al revés.
6-      Aumenta la ingesta de pescado, sobre todo de peces pequeños que están menos contaminados.
7-      Lava bien frutas y verduras o cómpralas biológicas para evitar en la medida de los posible los pesticidas.
8-      Tira a la basura las pastillas de caldo concentrado, son glutamato y grasa trans.
9-      No compres aquellas cosas que se pueden hacer fácilmente como mayonesas o salsas de tomate.
10-   Huye sin excepción de todo lo Light. Donde ponga “sin azúcares añadidos” o “sin azúcar” tiene aspartamo. Cuidado con los yogures con sabores sin azúcar. Como he dicho, no hay excepción.
11-   Compra aquellas mermeladas que no lleven glucosa ni conservantes.
12-   Aumenta paulatinamente los cereales en tu dieta. Puedes tomarlos en el pan (no refinado) o en el desayuno siempre y cuando no estén tostados ni inflados. Cómpralos de herbolario en copos sin tostar. Los de marcas comerciales están todos tostados con lo que se han cargado sus nutrientes y tienen que añadírselos artificialmente.
13-   Modera el embutido, el que no es de buena calidad viene con muchos conservantes y la mayoría de las veces con glutamato.
14-   Toma agua mineral de mineralización débil, es fundamental para arrastrar las toxinas de tu cuerpo. Si está mineralizada (da igual que te digan que tiene calcio y no sé que más) no limpia (ni adelgaza) y los minerales crearán residuos en tu cuerpo como piedras en el riñón.
15-   Fuera de casa no podrás controlar todo esto, pero dentro sí.
16-   Utiliza la lógica, te ahorrará tiempo a la hora de leer etiquetas.
17-   Puedes darte cientos de caprichos sin hacerte daño si estás bien informado.
18-   Aprende a cocinar.
19-   Infórmate aunque sólo sea para contradecir todo lo que acabas de leer.
20-   Saber lo que comes es un derecho.¡Qué aproveche!






sábado, 21 de mayo de 2011

Pastel de cebolla y queso

Esta receta está sacada de otro blog llamado "mi recetario".
Después de hacerla tal cual lo que cambiaría es el bacon. Echaría menos o directamente probaría sin él. Está bueníiiisimo pero es demasiado calórico.
Ingredientes: 1 lámina de masa quebrada (ved la entrada anterior),  2-3 cebollas (pequeñitas), 200 gramos de queso rallado (por favor, nada de queso rallado comprado que viene con asquerosidades, comprad trozos de queso y ralladlo vosotros), 3 huevos, bacon crudo a gusto (con 4 lonchas es suficiente) un paquete pequeño de nata líquida, sal y aceite.
Lo primero es pochar la cebolla a fuego bajo-medio cortada en juliana o cuadraditos. Cuando esté transparente, sacar y escurrir. Es importante que no quede grasiento. Escurrid con papel de cocina si es necesario.
Se pone encima de la masa horneada unos 15 minutos (entrada anterior). Cubrid con un poco de queso rallado.
Por otro lado se baten los huevos con la nata (y si se quiere sal, yo no) y se incorpora.

Ahora ponemos el bacon y metemos en el horno unos 15 minutos más hasta que cuaje la nata.
Sacamos del horno y echamos el resto del queso.
Con 10 minutos más es suficiente. Si al sacarlo el bacon ha soltado mucha grasa, secad con papel de cocina que es mano de santo. Se sirve caliente, mejor con ensalada. Si sobra se guarda en el frigo y se calienta en el microondas.
Es una tentación brutal... y huele...ufff

Añadido el 22 de Junio:
Aquí tenéis de nuevo el pastel de cebolla y queso esta vez sin bacon.

Masa quebrada para pasteles salados

Esta es una de las recetas que tenía pendientes de subir. Estoy investigando el tema de los pasteles salados y la receta base es ésta. En otra entrada colgaré después el pastel que hice de cebolla y queso. Tengo pendiente colgar también la masa quebrada para dulce. Voy a ello.
Ingredientes: 200 gramos de harina, una pizca de sal (como luego el pastel es salado no os paséis con la sal en la masa), 100 gramos de mantequilla, un huevo y el agua necesaria (luego lo explico)
Hacer masas parece complicado pero es muy fácil. En un bol grande se pone la harina tamizada (pasada por un colador grande para que no haya grumos), la sal y la mantequilla cortada a cuadraditos. Hay que trabajar la mantequilla con la harina en las manos hasta que la primera quede disuelta y se haya formado una especie de arena. Ese es el punto, fijaos en la foto.
Después añadimos el huevo entero y hacemos lo mismo.

Aquí hay que empezar a formar una bola, y el tema del agua es el siguiente. No hay una cantidad exacta que se deba echar, depende del tipo de harina, de la humedad y hasta del día. A mí con el huevo me fue suficiente para formar la masa sólo añadí un pelín de agua y yo creo que ni era necesario. Echad de poco en poco, sin pasarse que no quede pringosa. Se tiene que formar esto:

La masa quebrada no es una masa como la de pizza o la de pan, no es elástica. Se estira con el rodillo en una superficie enharinada. Si ves que aún así se queda pegado y no puedes levantarla para ponerla en el molde, nada de pánico. Vuelves a formar una bola y pones en la mesa un papel film (el plástico para tapar los alimentos vamos), así es facilísimo manejar la masa. Para ponerla en el molde haces lo siguiente: La levantas con el plástico y la pones dada la vuelta en el molde (el plástico para arriba), lo retiras y listo.
No me ha quedado perfecta y en algunas partes he hecho corta-pega. Luego se mejora los bordes cortándolo o igualándola con un cuchillo.
Y aquí viene un truco importante. Si el relleno es sólido (verduras, carne,...) se pone directamente encima y se lleva al horno, pero si es líquido no!! Hay que hornearla aparte. Para que no crezca la masa lo que se hace es poner papel albal y encima algo que haga de peso, por ejemplo garbanzos o judías. Se mete al horno precalentado a 180º 15 minutos.

No tengo foto de la masa sola. La receta que hice es pastel de cebolla y queso. Mirad la siguiente entrada :-)