Tortilla de patata con trucos

He dudado mucho sobre si poner la tortilla de patata o no. En contra tenía que no le voy a descubrir nada a ningún español (además cada uno la hace a su manera) y que Ro no come patatas según mis últimas informaciones. Pero bueno, tampoco come galletas y bien que las puse en Navidad...
Al final he decidido dedicársela a mis amigos no españoles, eso sí, tienen que hablar castellano porque soy incapaz de traducir tanto detalle al alemán. Normalmente no la hago con pimientos, de hecho hice la foto sin ellos, pero luego vi que tenía medio en el frigo y había que aprovecharlo. Voy a contaros todos mis trucos por si le sirve a alguien. La tortilla es fácil de hacer siempre y cuando se respeten algunos puntos.
Antes que nada, una aclaración sobre el aceite de oliva virgen. Fuera de España supongo que no hay mucha opción pero dentro tenemos una gran variedad de aceite vírgenes. Para hacer la tortilla hay que elegir uno virgen pero suave, afrutado. No confundir con aceite refinado por favor (0,4, 0,1... todos esos son refinados,  si queréis salud descartarlos, no me cansaré de decirlo...)
Ingredientes: 1 patata grande por persona y aproximadamente 2 huevos por patata, más o menos media cebolla por persona (opcional), aceite de oliva, y sal.Si se quiere se le puede echar también: pimiento verde o rojo, chorizo...

En mi casa sólo como la tortilla yo, así que la he hecho para uno, además así es más fácil de dar la vuelta a la sartén.

Lo primero es cortar la patata en rodajas muy finas, lavarlas y secarlas muy bien.

En una sartén se pone aceite abundante (tiene que cubrilas) a fuego bajo. Esto es fundamental, bajo ningún concepto se tienen que freír. Si las rodajas son muy finas en cuanto subas el fuego se van a tostar. Tienen que hacerse poco a poco.

Hay que pinchar con el tenedor o probarlas para saber si están hechas. Tienen que quedar blandas, no importa que se rompan.

Más o menos a la mitad se incorpora la cebolla (si se quiere). Casi al final le he añadido el pimiento asado (opcional)

Por otro lado en un bol grande batimos los huevos.

Esta foto es para que veáis que pinta tienen los huevos de gallinas en libertad. La yema es muy naranja.

Cuando la patata ya esté hay que escurrirla, y ésta es otra de las cosas importantes. Yo utilizo un colador encima del fregadero.

Mezclamos la patata (con la cebolla o lo que sea) en el bol de los huevos. Añadimos sal al gusto y removemos bien.

Ahora hay que elegir una sartén que se adapte bien a la fuerza de tu mano y a la cantidad de tortilla. Me explico, como hay que darle la vuelta yo no puedo hacer tortillas grandes porque me pesan y además ésta que he hecho es para uno. Por lo tanto yo he elegido una sartén de las más pequeñas.

Hay que echar sólo una cucharadita de aceite y dejarla cuajar a fuego medio-bajo. Es intuitivo cuanto hay que esperar, si empieza a oler es que te estás pasando. Ahora viene lo complicado y es imposible hacer fotos uno sólo. Mi truco para darle la vuelta es: Con la mano izquierda agarro la sartén y con la derecha (soy diestra) la tapo con un plato. Antes de dale la vuelta pongo un trapo pequeño sobre el plato para evitar que se me resbale la mano.Le doy la vuelta encima del fregadero con otro plato o fuente debajo (por si se cae algo para que se pueda aprovechar).

Después volvemos a echar la tortilla a la sartén (no es necesario aceite pero se puede echar unas gotitas, simplemente para engrasar).

Dejamos que se cuaje a fuego medio-bajo sin que se queme. Si queréis que quede muy echa (que no haya nada de líquido) tenéis que dejarla más tiempo a fuego bajo. Si lo dejáis al medio es os quemará. En cada casa se hace de una forma: jugosa, seca, con cebolla, sin cebolla...

 Y ¡ya está! Tortilla de patata explicada para los no españoles (o principiantes claro). ¡Hacedla y me contáis!