lunes, 13 de febrero de 2012

Bacalao fresco con tomate

Decir que hace frío es quedarse corto... La olita siberiana o polar o lo que sea ahora, ya se puede ir retirando por lo que a mí respecta. Tengo una placa de hielo en la puerta de mi casa, y para salir tengo que esquivarla por los lados agarrada a la verja. Nada, que quería quejarme, y eso que me gusta mucho el invierno...
Y para estar a juego con el tiempo, he comprado un poco de pescado nórdico, bacalao fresco. A mí particularmente me gusta más que el salado porque la textura cambia mucho. Por supuesto se puede hacer también con el otro, sólo habría que echar menos sal a la salsa. Os pongo las propiedades.


Propiedades del bacalao:

El bacalao es un pescado blanco y por lo tanto tiene un bajo contenido graso. Almacena sus reservas de grasa preferentemente en el hígado, el cual se emplea para la obtención de aceite de pescado. Su carne es rica en proteínas de alto valor biológico y además posee variedad de vitaminas (B1, B2, B6 y B9). Todas ellas poseen importantes funciones ya que permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos, es decir, de hidratos de carbono, grasas y proteínas, y además intervienen en procesos de gran importancia en el organismo como la formación de glóbulos rojos, la síntesis de material genético y el funcionamiento del sistema nervioso. El bacalao también posee cantidades de vitaminas D, E y A.

Ingredientes (para dos personas, aunque yo lo he hecho para uno): 300-400 gramos de lomos de bacalao fresco, 1 cebolla, 2-3 dientes de ajo, 1 bote de tomate natural, 1 pimiento verde o rojo asado, harina, aceite de oliva virgen, sal, azúcar, pimienta, pimentón, laurel y orégano.


 La clave será hacer una buena salsa de tomate. Para ello picamos el ajo y la cebolla muy finos y los pochamos en un chorro generoso de aceite. Cuando esté transparente, retiramos del fuego y añadimos una cucharada de pimentón (dulce, picante o de los dos)
Volvemos a poner al fuego y añadimos el tomate natural triturado. Echamos sal a gusto, la misma cantidad de azúcar, el laurel y el orégano (especies al gusto). Dejamos que se haga a fuego medio-bajo unos 20 minutos  (removiendo de vez en cuando).
Por otro lado troceamos el bacalao, lo pasamos por harina y lo freímos en otra sartén.
Lo incorporamos al tomate junto con el pimiento asado y dejamos a fuego lento otros 5 minutos.
Emplatamos y servimos inmediatamente. Y que a nadie se le olvide el pan, porque la salsa está de muerte...


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